Declaración de Promesa con el Páramo el Almorzadero
“Unidad, solidaridad y defensa de nuestro Patrimonio ambiental frente a la industria minera”
En el nacimiento del río Servitá, municipio de Cerrito – Santander, lugar de páramos, lagunas y aguas, las instituciones y organizaciones gubernamentales, ambientalistas, indígenas, campesinas, de las Iglesias, de comunicaciones y habitantes de la región, reunidos, en el marco del Encuentro de Promesa con el páramo del almorzadero, realizado el 24 de marzo de 2007, sobre la base de nuestras experiencias, consideramos que:
El páramo el Almorzadero es un legítimo patrimonio ambiental de nuestras comunidades, del cual dependen las actividades agrícolas y pecuarias que han sido el sustento por muchos años de nuestra región.
La riqueza hídrica del páramo se refleja en el nacimiento de importantes ríos, afluentes del Chicamocha, Arauca y Chitagá por lo tanto la conservación de este ecosistema es de primordial importancia.
Los páramos “Fabricas de agua”, son una representación de vida, por ende se constituyen como un derecho fundamental de nuestros pueblos, derecho que no se puede comercializar.
El agua es un bien común y su acceso es un derecho humano fundamental, por lo tanto el cuidado de los páramos es responsabilidad de las presentes y futuras generaciones.
La provincia de García Rovira es reconocida por la conservación de costumbres ancestrales, siendo nuestra responsabilidad garantizar que las futuras generaciones gocen de ellas.
La agresiva expansión de la industria minera en Colombia, bajo el argumento de “desarrollo económico”, esta generando conflictos y afectando los derechos de un número cada vez más creciente de comunidades y poblaciones.
La industria minera es responsable del saqueo y destrucción de los recursos naturales, generando una enorme deuda ecológica y la apropiación de bienes comunes como el agua y el suelo, afectando la soberanía nacional y la pérdida de valores e identidad cultural propia.
El Estado y los gobiernos han abandonado su rol de protección de los derechos humanos, de regulación y fiscalización ambiental de los proyectos de exploración y explotación minera, y se han empeñado en generar políticas favorables para atraer la inversión minera, principalmente transnacional.
Por lo señalado, declaramos que:
Rechazamos la intención del gobierno nacional de reanudar la explotación de carbón antracítico y abrir nuevas licitaciones ubicadas en el páramo el Almorzadero, por ser éste un lugar Sagrado para las comunidades y nos sumamos a la creciente respuesta de la sociedad civil y la resistencia de las comunidades campesinas por más de 15 años frente a un proyecto minero.
Abogamos para que se reconozcan los derechos de las presentes y futuras generaciones de gozar de un ambiente sano sin atentar con su integridad.
Llamamos a los gobiernos y a las instituciones del sistema de las Naciones Unidas a que asuman políticas y mecanismos para garantizar el respeto y ejercicio pleno de los derechos humanos de las comunidades y eviten asumir programas que facilitan y legitiman las malas prácticas de la industria minera.
Conscientes el Pueblo García Rovirense se pone de pie para defender sus derechos, reafirmamos nuestra esperanza y nuestra opción por la defensa de la dignidad de la vida, el derecho a la tierra, el territorio, el agua, los bosques, el aire.
